Algunos sostienen que sí era un animal real, pero que
estaba poseído por el Diablo para engañar a Eva. Pero si la serpiente era sólo
un instrumento del Diablo, ¿por qué entonces Dios la castiga a ella (Gén 3,14),
en vez de castigar al Diablo?
Una segunda creencia, la más común entre los lectores de la
Biblia, es que aquí la serpiente no era un animal real, sino un símbolo del
Diablo, una imagen, un disfraz literario del autor para referirse a este ser
maligno, que fue quien en realidad tentó a nuestros primeros padres en el
Paraíso.
Además el autor del Génesis quiso referirse a los males que en su sociedad estaba ocasionando la religión cananea, a los israelitas, que tenían como dios la serpiente.
Con el transcurso del tiempo desapareció la religión cananea, y entonces la serpiente perdió su primitivo sentido y pasó a ser para la mentalidad judía un símbolo del mal, del adversario divino, del pecado. Aquí la serpiente se identifica con el Diablo, el pecado (Sab. 2,24; Ap. 12,9; 20,2) Todo enemigo de Dios será, desde ahora, el Diablo y la Serpiente.
Además el autor del Génesis quiso referirse a los males que en su sociedad estaba ocasionando la religión cananea, a los israelitas, que tenían como dios la serpiente.
Con el transcurso del tiempo desapareció la religión cananea, y entonces la serpiente perdió su primitivo sentido y pasó a ser para la mentalidad judía un símbolo del mal, del adversario divino, del pecado. Aquí la serpiente se identifica con el Diablo, el pecado (Sab. 2,24; Ap. 12,9; 20,2) Todo enemigo de Dios será, desde ahora, el Diablo y la Serpiente.