· 1.Escuchar
con atención el testimonio de quienes ya le han descubierto y creen en Él.
2.Esforzarse
por conocer mejor a la única persona que, en este mundo, dijo que conocía a
Dios porque había salido de Él: Jesús (lectura de los Evangelios en casa o en
la iglesia, en la Misa del domingo).
3.Pedirle
a Dios que se nos muestre tal cual es.
4.Reflexionar
sobre mi vida y sobre el mundo (hacerme
las preguntas fundamentales: “¿quién ha creado el mundo?, ¿quién me ha creado?,
¿de quién es esa voz interior que me
habla cuando hago algo mal?, ¿qué sucederá después de la muerte?, ¿quién ha
puesto en mí el deseo de hacer el bien?...”)
5.Hacer
silencio para escucharle a Dios, que habla al corazón, a través de nuestra
conciencia.
6.Hacer
el bien, amar, porque Dios es amor.