lunes, 12 de noviembre de 2012

Dios... ¿por qué no?



Primero que nada: si una persona se opone a la posibilidad de que hay Dios, entonces cualquier evidencia puede ser descartada. Antes de ver los signos que rodean la existencia de Dios, pregúntate, "Si Dios existe ¿querría conocerle?"
            No se puede probar la existencia de Dios por medios empíricos porque Dios no se puede limitar a lo material.  Sin embargo, el mundo material sí nos da razones para creer.
            Cuando alguien dice: “Dios no existe porque mis ojos no lo ven”, entonces diremos: el aire no existe, porque tampoco lo vemos; sabemos perfectamente que el aire existe, porque lo podemos sentir, así también a Dios no lo podemos ver, pero lo sentimos y porque, además, hay signos que nos señalan su existencia.

Algunas razones que apoyan la existencia de Dios...
1. A través de la historia, en todas las culturas del mundo, el ser humano ha creído en Dios.
            El hecho de que mucha gente crea algo con seguridad, no hace que sea cierto. Pero cuando tanta gente a través de los años ha estado tan convencida de que Dios existe, ¿podría alguien decir con absoluta seguridad que todos están equivocados?
           
2. La complejidad de nuestro planeta señala un creador que no sólo creó el universo sino que también lo sustenta hoy en día.
            Podríamos señalar muchísimos ejemplos acerca de la perfección de lo que existe: el universo con sus galaxias, el planeta tierra con sus elementos, el ser humano en su complejidad… La mera casualidad no es una explicación adecuada de la creación. Imagínate estar parado enfrente de la Muralla China. ¿Podrías creer que esta fue producto de la casualidad? Sería muy difícil de creer que sólo con el tiempo, el viento, la lluvia y las partículas de polvo, se podrían haber apilado y creado este gran muro. El sentido común nos dice que gente lo planearon y trabajaron en construirla.
            Cuando alguien considera las complejidades de nuestra vida y universo, es razonable pensar que un Creador inteligente y amoroso provee todas las cosas que necesitamos. La Biblia describe a Dios como el autor y sustentador de la vida.

3. El sentido de lo bueno y lo malo inherente a los seres humanos no puede ser explicado biológicamente.
            En cada uno de nosotros, sin importar la cultura, existe un sentido universal con respecto de lo que es bueno y de lo que es malo. ¿De dónde obtuvimos este sentido de lo malo? ¿Cómo explicamos la ley universal de la conciencia? ¿De dónde sacamos este sentido de lo bueno y lo malo? Nuestra conciencia puede ser explicada mejor con la existencia de un Creador.

4. El testimonio de la Biblia.
            Los pensamientos de Dios, su forma de ser y actuar sólo pueden ser conocidos si Dios escoge revelarlos. Todo lo demás sería especulación humana. Nosotros no tendríamos ninguna idea si Dios no deseara ser conocido. Pero Dios quiere que lo conozcamos y en la Biblia Él nos ha dicho todo lo que necesitamos saber sobre Él. La Biblia fue escrita en un periodo de 1500 años por 40 autores diferentes, que vivían en lugares y continentes diferentes, escrita en tres lenguajes diferentes. A través de toda la Biblia, el mensaje es siempre el mismo:
  1. Dios creó el mundo que vivimos, y nos creó específicamente para tener una relación con Él.
  2. Él nos ama profundamente.
  3. Hemos pecado ante Dios, necesitamos su perdón y Él nos perdona.
5. La persona de Jesús de Nazaret.
            Mirando a través de las principales religiones del mundo y descubriremos que Buda, Mahoma, Confucio y Moisés se identificaron a sí mismos como maestros o profetas. Ninguno de ellos se proclamó ser igual a Dios. Sorprendentemente, Jesús lo hizo. Eso es lo que distingue a Jesús de los demás. Él dijo que Dios existe y que lo estaban viendo en Él. A pesar de que él hablaba de Su Padre en el cielo, no era desde una posición de separación, sino de una muy cercana a Él, única en toda la humanidad. Jesús dijo que cualquiera que lo había visto a Él, había visto al Padre, y cualquiera que creyera en Él, creía en el Padre.
            Él dijo, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (San Juan 8,12). Él dijo tener atributos que sólo pertenecen a Dios: poder perdonar los pecados de la gente, liberarlos de hábitos pecaminosos, darle a la gente una vida abundante y una vida eterna en el cielo. A diferencia de otros maestros Él dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino a través de Mí." (San Juan 14,6)
            ¿Qué pruebas dio Jesús de su divinidad? Él hizo lo que la gente no puede hacer. Jesús hizo milagros. Sanó gente... ciegos, paralíticos, sordos, incluso resucitó a personas de la muerte. Él tenía poder sobre la naturaleza. Gente de todas partes  le seguía porque Él conocía sus necesidades y les ayudaba a vivir una vida más plena. Él dijo, "Si no queréis creer lo que te estoy diciendo, al menos deberíais creer en base a los milagros que estás viendo." (San Juan 14,11)
            ¿Qué cosas reveló Jesús acerca de Dios? Jesucristo mostró que Dios es tierno, amoroso, consciente de nuestro egoísmo y limitaciones, pero que aún desea una relación íntima con nosotros. Jesús revela que a pesar de que no lo merecemos, Dios nos ama con locura. Por eso Dios envió a Jesús a nuestro mundo: para que supiéramos lo mucho que nos quiere y para invitarnos a corresponder a ese amor.
            La prueba más determinante para confiar en Jesús: su resurrección de entre los muertos.
            Los discípulos de Jesús quedaron absolutamente desconcertados cuando, sin esperarlo, descubrieron que Jesús, después de morir, seguía vivo. Dios resucitó a Jesús de entre los muertos mostrando así su respaldo al mensaje y a la actuación de Jesús.

¿Dios no existe?
Un barbero le decía a su cliente mientras le recortaba el pelo:
 - Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
 - Pero, ¿por qué dice usted eso? -pregunta el cliente.
 - Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O... dígame, ¿acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y, recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.
- ¿Sabe una cosa? ¡Los barberos no existen!.
- ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero- Si aquí estoy yo y soy barbero.
- ¡No! -dijo el cliente- no existen, porque si existieran barberos no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.
- ¡Exacto! -dijo el cliente- Lo mismo ocurre con Dios. Las personas no van a Dios y por eso hay tanto dolor y miseria.