miércoles, 30 de mayo de 2012

Biblia, ¿eres machista?


Depende de cómo se mire. Para nuestra mentalidad actual existen expresiones y for­mas que resultan machistas. Sin embargo, a este respecto la Biblia tiene cosas inédi­tas, aunque después en la práctica - como también hoy - haya mucho que mejorar.
Por ejemplo, en Gen 1,27, se dice: “Y creó Dios al hombre a imagen suya le creó; ma­cho y hembra los creó”. El primer término que aparece en el relato del Génesis, adam, puede ser entendido como un nombre ge­nérico que significa humanidad.
A partir de este sustantivo abstracto -hu­manidad-, la antropología del relato des­cubrirá el carácter sexual de la criatura. Es más, la diversidad macho y hembra constituye precisamente la primera explicación de la humanidad hecha a imagen y semejanza de Dios. Ambos explici­tan conjuntamente lo que significa ser imagen y semejanza suya.
En el decálogo se manda honrar tan­to al padre como a la madre, luego a nivel jurídico parece que gozaban de este mismo derecho tanto la ma­dre como el padre. Otra cosa es que después se hiciera.
Otro dato que suscita perplejidad en el NT es que las mujeres fueron las que estuvieron al pie de la cruz, en la sepultura y en la mañana de la resurrección. Su presencia en la cruz y en la sepultura es de corte públi­co y esto no era normal, pues el ám­bito de la mujer era el ámbito do­méstico.
Tampoco fue normal que ellas fue­ran las primeras testigos de la resu­rrección. Esto no cuadra muy bien en el mundo judío, ya que su testi­monio se consideraba inválido, Por eso, muchos autores ven en este he­cho un criterio de autenticidad de estos relatos, pues si la narración hu­biera sido compuesta con fines apo­logéticos no hubiera caído en un error tan grave de poner a ellas como tes­tigos.
En este sentido, la Biblia es mucho menos machista que la cultura que la circundaba y, por tanto, fue revo­lucionaria para su época. 
 Garcia Fernández, M.
“Catequistas” nº 221, 2012