miércoles, 10 de octubre de 2012

Personajes de la Biblia: María Magdalena



Ella era una mujer judía del pueblo de Magdala (hoy Migdal) a orillas del lago de Galilea y fue parte de aquel primer grupo de varones y mujeres que formaron la comunidad de  Jesús:
                Las mujeres y los doce acompañan a Jesús en su tarea evangelizadora. Si nos ubicamos en la cultura del siglo I, tanto en el ámbito judío como en el grecorromano, resulta bastante llamativo que una mujer "descuide su casa" para seguir a un maestro itinerante. Jesús pasa por alto esta norma social, y por eso, en su comunidad hay mujeres que participan activamente. Ellas además son servidoras, generosamente, con los bienes y el servicio material que aportan para el sostenimiento de la comunidad.
                En cuanto a la forma de identificar a las mujeres, esta identificación se daba habitualmente por el nombre del esposo o de los hijos. Así, en el evangelio encontramos por ejemplo a María de Cleofás (Jn 19,25), o a María la madre de Santiago y José (Mt 27,56). María es llamada Magdalena y esto es también insólito. Ella es identificada por su lugar de origen, como los varones (Jesús de Nazaret, José de Arimatea), y no por su relación con ningún varón ni con hijos. Si pensamos en una mujer que  ni está casada ni es madre,  y además emprende la aventura de salir con su Maestro por ciudades y pueblos anunciando el Reino de Dios, la imagen de María Magdalena aparece como la de una mujer que se entrega como discípula libre y totalmente.
                ¿Cómo entender la expresión de la que habían salido siete demonios? En primer lugar, descartemos toda referencia a la prostitución como muchos pretenden encontrar. Identificar siete demonios con prostitución no tiene ningún fundamento bíblico. ¿O acaso de  los posesos a los que Jesús libera algún teólogo ha dicho que eran prostitutos? Más bien, los evangelios muestran a los posesos como personas desequilibradas, que se hacen daño a sí mismas y pierden el control sobre sus actos, porque están dominadas por las fuerzas del mal (Mc 5,1-20; Mc 9,14-29). No más que esto podemos decir para entender los siete demonios de María Magdalena. El número siete nos habla de alguna situación realmente severa, no de algo trivial. De modo que María Magdalena es descripta como una mujer liberada del mal (mal que no hay por qué identificar con prostitución) y agradecida a su Salvador.
                María Magdalena, junto con otras mujeres discípulas, siguió  a Jesús a Jerusalén y permaneció fiel hasta la cruz. Ella es nombrada en primer lugar dentro del grupo de mujeres que permanecen en el Calvario (Mc 15,40-41). Y a ella antes que a nadie se apareció Jesucristo resucitado y la envió a dar la Buena Noticia (Jn 20,11-18). Con toda justicia la Iglesia de los primeros siglos reconoce en ella a la "apóstol de los apóstoles".
María Gloria Ladislao
Leer: Lc 8,1-3