Creyente modesto
- El
creyente modesto no desconfía, como antes, del no creyente. Opina que también
el no creyente puede ayudarle, a su manera, a creer.
- El
creyente modesto confiesa que la fe no le da luz sobre todas las cosas, pero sí
sobre las más fundamentales.
- El
creyente modesto no se siente derrotado. Por el contrario cree que Jesucristo
nunca será vencido.
- El
creyente modesto sabe que sólo Dios convierte, pero que Dios puede hablar a los
demás a través de su vida y de sus palabras. Por eso, el creyente modesto trata
de ser un testigo creíble.