Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo» (Carta
a los Efesios4, 5): los católicos y los protestantes tenemos la misma fe en Jesucristo
como Hijo de Dios, hemos recibido el mismo bautismo y meditamos y predicamos la
misma palabra de Dios.
Existen sin embargo algunas diferencias:
1.
La Biblia de los católicos tiene 73 libros, mientras
que la de los protestantes, 66 (no aceptan por ejemplo Macabeos, Tobías,
Judith, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc). Además, los protestantes creen que solo
la Biblia es fuente de la revelación de Dios a la humanidad (doctrina de la «sola
Escritura»). La enseñanza protestante del «libre examen» de las Escrituras
excluye la lectura de toda la Iglesia como criterio interpretativo. Los católicos
encuentran la revelación divina no solo en la Escritura, sino también en la Tradición
y en el Magisterio de la Iglesia, leídos todos ellos de modo armónico.
2.
Los católicos aceptan siete sacramentos, mientras
que Lutero solo admitía dos: el bautismo y la cena. Los protestantes tienden a
dar una mayor importancia a la Palabra y a la predicación que a la liturgia y
la celebración de los sacramentos.
3.
En la idea de Iglesia existen también diferencias:
mientras que los católicos creemos que Jesucristo fundó la Iglesia para continuar
la salvación que Él nos trajo, los protestantes suelen desconfiar de cualquier
mediación y tienden a decir: «Cristo sí, Iglesia no» (doctrina del «solo Cristo»).
Los católicos afirman: «Cristo sí, Iglesia también».
4.
En cuanto a la idea de autoridad en la Iglesia,
existen también divergencias. Los católicos ven el orden sacerdotal como un
sacramento, mientras los protestantes lo entienden solo como un mero servicio a
la comunidad. Tampoco el papa y los obispos –como sucesores de Pedro y los
demás apóstoles– son una instancia necesaria para llegar a Dios. Tal vez por
esto los protestantes tienden a la dispersión doctrinal e institucional. Para
la Iglesia católica, la idea de «sucesión apostólica» –transmitida por el sacramento
del orden– tiene una gran importancia para llegar efectivamente a
Jesucristo.
5.
Mientras los católicos veneran a la Virgen y a los
santos, los protestantes no consideran importante su intercesión. Tienden
también a rechazar las imágenes como medios para llegar a Dios.
6.
Existen de igual manera diferencias sobre el purgatorio:
mientras los católicos lo ven como un estado de purificación, los protestantes
piensan que es casi una superstición.
7.
Y aquí llegamos al núcleo del problema: la doctrina
de la justificación. A través de la afirmación «el justo vive de la fe» (Carta
a los Romanos1, 17), los protestantes tienden a subrayar la exclusiva necesidad
de la fe para la salvación (doctrina de la «sola fe»). Los católicos añadimos además
las obras, porque «la fe sin obras es fe muerta» (Carta de Santiago 2, 17). Tras
la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación (1999), suscrita por
católicos, luteranos y metodistas, con los matices y acercamientos que han tenido
lugar a lo largo del tiempo, se considera que estas diferencias no deben ser
motivo de separación. Quedan sin embargo todavía ciertas divergencias.
Para saber más: Catecismo de la Iglesia Católica, 817-822.
Pablo Blanco