¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de
que empiece?
El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán.
Cuando la tormenta cae, coloca sus alas para que el viento las agarre y le
lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta destroza no pocos
bienes el águila vuela por encima de ella. El águila no se escapa de la
tormenta, simplemente la usa para levantarse mucho más alto que ella, y
así usar los vientos que vienen con ella.
Las tormentas, los vientos recios, inevitablemente llegarán a nuestra
vida…
Tienes dos opciones, o te quedas revoloteando debajo de las
dificultades, envuelta en un mar de problemas o extiendes tus alas, y subes
sobre la tormenta, elevándote hacia Dios. ¡Tú decides!
Isaías 43,2: “Cuando pases
por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando
pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti…”