En
verdad, la vida no es más que una suma de instantes y cada instante perdido es irrecuperable.
La decisión de vivir intensamente el presente en ninguna forma significa que
debemos vivir sin planes y proyectos, disfrutando irresponsablemente el momento.
Significa todo lo contrario: que debemos vivir con intensidad y responsabilidad
el presente, haciendo de él una semilla de plenitud y vida, pues el futuro sólo
es una sucesión continua de presentes. Sueña, aprende y trabaja como si fueras
a vivir para siempre y vive como si fueras a morir hoy. La vida futura será lo
que cada uno decida que sea. Debes empezar a construir hoy el futuro que
sueñas. Mañana recogerás lo que siembres hoy. Si siembras rabia, violencia,
egoísmo, superficialidad…, cosecharás todo eso en el futuro. Pero si siembras
paz, alegría y amor, tu vida se irá llenando de dicha y plenitud. Por ello, sin
nunca perder el horizonte ni claudicar de tus metas y sueños, vive intensamente
cada minuto de hoy pues no regresará. No lo malgastes: hoy es la última oportunidad
que tienes para vivir intensamente y empezar a construir un mundo mejor. Sólo
quien trabaja por construir un futuro mejor, puede vivir intensamente el
presente. Sólo quien conoce el destino camina con firmeza y esperanza a pesar
de los obstáculos y problemas.