Todos los caminos llevan a Dios. Sea el camino de la oración: sea el
del estudio de la verdad: sea el de la comunidad y la familia; sea el del
servicio y la entrega: sea el de la profesión y el trabajo; sea el del dolor y
la enfermedad; sea el del desprendimiento y la solidaridad. En todos los
caminos de la vida siempre aparecerá una estrella que nos conduzca hasta
Cristo. Necesitamos lucidez para descubrir la estrella, que puede ser algo o
alguien muy sencillo, y decisión de seguirla hasta el final. Necesitamos,
previamente, lo más importante: hambre de Dios, deseo grande de encontrar a
Dios. Los magos son modelo y maestros en la fe, por su apertura a la llamada de
Dios, su docilidad para seguirla, su perseverancia en el seguimiento, su
acogida en el descubrimiento y su capacidad de cambio o conversión. José
María Martín OSA