domingo, 15 de abril de 2018

Sin dificultades


"Viene al caso contar aquí lo que le sucedió a un hombre que contemplaba un capullo de seda en el que había visto que se abría una pequeña brecha. Observó después cómo la mariposa luchaba durante horas para forzar el paso de su cuerpo a través de ese estrecho agujero. Al cabo de bastante tiempo le dio pena, porque le pareció que la mariposa no podía continuar y estaba sufriendo, así que decidió ayudarle abriéndole por completo la salida con unas tijeras. La mariposa salió con gran facilidad. Tenía el cuerpo hinchado y unas alas muy pequeñas. El hombre esperaba que las alas crecerían, pero no sucedió nada más... La mariposa pasó el resto de sus días arrastrándose por el suelo con aquel cuerpo hinchado. Nunca pudo volar: el hombre, en su afán de ayudar, amable y precipitado, no había comprendido que el tiempo y la fuerza que la mariposa tenía que hacer para pasar por la pequeña abertura era el modo natural de forzar la salida de fluidos desde el cuerpo a las alas para que éstas se desarrollaran y fueran capaces de volar".

Tantas veces es la lucha lo que necesitamos en nuestra vida.
Si Dios permitiera que viviéramos sin obstáculos, o nos hiciera superarlos como por arte de magia, no desarrollaríamos nuestras potencias y facultades como debemos: jamás podríamos volar.