domingo, 15 de abril de 2018

Poder... ¡con Dios!


Nos pasa muchas veces lo que a aquel chico a quien su padre pidió que moviera una maceta, que era evidentemente demasiado grande para las fuerzas del pequeño.
Después de un buen rato de esfuerzos inútiles, el niño, tristón y desanimado, fue a decir a su padre que no podía.
- ¿Pero has hecho todo lo posible?, preguntó el padre.
- Sí, contesto el chaval, bien seguro de haber puesto todo de su parte–; y su padre le dijo:
- Te equivocas: ¡te ha faltado pedir ayuda a tu padre!

Esta es la lógica de la vida cristiana: contar con que habrá dificultades que exigen lucha y esfuerzo por nuestra parte, y saber, al mismo tiempo, que siempre contamos con toda la ayuda de Dios necesaria para vencer.
Es lo que San Agustín expresaba magistralmente con esta fórmula infalible: “Haz lo que puedas y pide lo que no puedas y Dios te dará para que puedas.”

Habrá dificultades que exigen lucha y esfuerzo por nuestra parte, siempre contamos con toda la ayuda de Dios necesaria para vencer.