Para el que tiene ojos
en el corazón todo se convierte en llamada.
El sol es una llamada a ser luz del mundo.
La luna es una llamada a alumbrar en la noche.
El sol es una llamada a ser luz del mundo.
La luna es una llamada a alumbrar en la noche.
El amanecer es una
llamada a comenzar un nuevo día.
El anochecer es una llamada a descansar.
El anochecer es una llamada a descansar.
Una flor es una
llamada a la belleza de Dios.
Una mano tendida es una llamada a la amistad.
Una sonrisa es una llamada a la felicidad.
Un amigo es una llamada a la fraternidad.
Un enemigo es una llamada al perdón.
Una mano tendida es una llamada a la amistad.
Una sonrisa es una llamada a la felicidad.
Un amigo es una llamada a la fraternidad.
Un enemigo es una llamada al perdón.
Un pobre es una
llamada a compartir mi pan.
Un desnudo es una llamada a compartir mis vestidos.
Un sediento es una llamada a compartir mi agua.
Un desnudo es una llamada a compartir mis vestidos.
Un sediento es una llamada a compartir mi agua.
Una mentira es una
llamada a vivir en la verdad.
Un tropiezo es una llamada a levantarse.
Un fracaso es una llamada a no desalentarse.
Una tristeza es una llamada despertar a la alegría.
Un tropiezo es una llamada a levantarse.
Un fracaso es una llamada a no desalentarse.
Una tristeza es una llamada despertar a la alegría.
Un pájaro volando es
una llamada a la libertad.
Una abeja es una llamada a llevar el Evangelio a todas partes.
Una abeja es una llamada a llevar el Evangelio a todas partes.
Una duda es una
llamada a consultar al que sabe.
Una necesidad es una llamada a hacer algo por el otro.
Una necesidad es una llamada a hacer algo por el otro.
Dios nos habla a
través de todas las cosas.
Y todas las cosas nos hablan de Él.
¿Seremos capaces de escucharle?
El ciertamente nos escucha siempre.
Y todas las cosas nos hablan de Él.
¿Seremos capaces de escucharle?
El ciertamente nos escucha siempre.
Juan Jáuregui