(...) "En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1, 1); he aquí la novedad inaudita y humanamente inconcebible: "El Verbo se hizo carne y puso su morada entre nosotros" (Jn 1, 14 a). No es una figura retórica, sino una experiencia vivida. La refiere san Juan, testigo ocular: "Hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1, 14 b). No es la palabra erudita de un rabino o de un doctor de la ley, sino el testimonio apasionado de un humilde pescador que, atraído en su juventud por Jesús de Nazaret, en los tres años de vida común con él y con los demás Apóstoles, experimentó su amor -hasta el punto de definirse a sí mismo "el discípulo al que Jesús amaba"-, lo vio morir en la cruz y aparecerse resucitado, y junto con los demás recibió su Espíritu. De toda esta experiencia, meditada en su corazón, san Juan sacó una certeza íntima: Jesús es la Sabiduría de Dios encarnada, es su Palabra eterna, que se hizo hombre mortal.
Cada hombre y cada mujer, necesita encontrar un sentido profundo para su propia existencia. Y para esto no bastan los libros, ni siquiera las Sagradas Escrituras. El Niño de Belén nos revela y nos comunica el verdadero "rostro" de Dios, bueno y fiel, que nos ama y no nos abandona ni siquiera en la muerte. "A Dios nadie lo ha visto jamás -concluye el Prólogo de san Juan-: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado" (Jn 1, 18). (Benedicto XVI, Ángelus, domingo 4 de enero de 2009)
lunes, 26 de diciembre de 2011
SAN ESTEBAN, primer martir cristiano-26 Diciembre
A San Esteban se le llama "Protomártir" , porque fue el primer Mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los Apóstoles.
Habló y defendió muy bien a Jesús, por lo que entre los judíos se generó cierto desconcierto. Debido a ello, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el Templo y a acabar con las Leyes de Moisés.
Sin embargo, el Santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso, en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (véase Hechos de los Apóstoles 7,1-53).
A través de él, exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo crucificado, además.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban, dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo, el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este Mártir, y que aprobaba aquel delito.
Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas expresaba con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Diciendo esto, murió ( véase Hechos de los Apóstoles 7,59-60).
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.
Sin embargo, el Santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso, en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (véase Hechos de los Apóstoles 7,1-53).
A través de él, exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo crucificado, además.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban, dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo, el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este Mártir, y que aprobaba aquel delito.
Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas expresaba con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Diciendo esto, murió ( véase Hechos de los Apóstoles 7,59-60).
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.
sábado, 10 de diciembre de 2011
DIÁLOGO CON CRISTO
Señor Jesus: tengo la firme determinación de escucharte y de ver tu amorosa mano en mi vida. Te quiero pedir perdón por todas las veces que no he querido escuchar tu voz ni aceptar la felicidad que me ofreces.
Quiero aprovechar este momento para cambiar de opinión y decirte que quiero ser feliz a tu lado.
Sé que sólo Tú eres la fuente de toda alegría y de la plena felicidad, y ya no quiero desaprovechar más esta oportunidad de recibirte, acogerte y permanecer a tu lado.
Quiero amarte y nunca separarme de ti.
Quiero aprovechar este momento para cambiar de opinión y decirte que quiero ser feliz a tu lado.
Sé que sólo Tú eres la fuente de toda alegría y de la plena felicidad, y ya no quiero desaprovechar más esta oportunidad de recibirte, acogerte y permanecer a tu lado.
Quiero amarte y nunca separarme de ti.
ES ADVIENTO...
Adviento es un período para abrir los ojos, volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas. Cristo está esperando que le abramos las puertas de nuestro corazón y que confiemos totalmente en Él para que podamos ser plenamente felices.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
HUELLAS EN LA ARENA
Sabemos que nunca nos abandona…
Somos nosotros, a veces que en los buenos momentos,
nos olvidamos de Dios.
Cuando veas solamente un par de huellas en la arena
recuerda que Él te carga en sus brazos.
Mira el video...
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jueves, 1 de diciembre de 2011
ORACION DE ABANDONO
Padre, en tus manos me pongo. Haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi alma en Tus manos, te la doy, Dios mío, con todo el ardor de mi corazón porque te amo, y es para mí una necesidad de amor el darme, el entregarme entre Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén.
Charles de Foucauld
Me arrepiento
Hay cosas en la vida que no se pueden echar atrás, pueden causar grandes heridas o destruir en un segundo lo que en mucho tiempo se quiso construir o cultivar…
La piedra lanzada que llega a golpear; la palabra dicha en un momento de enojo que logra herir, el paso mal dado que hace caer, el vaso que se quiebra, el corazón destrozado, el papel roto en pedazos, las flores que en vida no se regalaron, la ficha mal movida que hizo perder la partida…
Hay quienes viven atormentados y no se perdonan los errores cometidos o el dolor que en algún momento pudieron haber ocasionado; lo que debía haberse hecho y no se hizo, las palabras que no fueron pronunciadas, el abrazo que nunca se dio, el golpe que quizás se lanzó, el vidrio roto, el agua derramada, la hoja quemada; la vida destrozada o acabada, la infancia perdida, la inocencia arrebatada, los vacíos que nunca se llenaron, el hambre y la sed que jamás consiguieron ser saciadas…
Cada segundo de vida no se repite, el tiempo no retrocede, y aunque se quiera volver a empezar, no se puede borrar lo que pasó, por eso hay que pensar muy bien antes de actuar o de hablar.
Quizás suene pesimista esta realidad, pero no podemos ir por el mundo sin rumbo, sin tomar conciencia de lo que se dice y de los pasos que se dan; a veces es necesario caer para aprender a caminar, llegar a perder para lograr valorar…
Hay heridas que el ser humano no puede sanar, vacíos que no se alcanzan a llenar, vasijas que parecen imposibles de reparar; solo el Amor de Dios tiene el poder de saciar, reconstruir y renovar; Él logra apreciar la belleza que nadie jamás vio, ofrecer un Amor restaurador, romper las cadenas que no se habían podido arrancar, borrar un pasado oscuro que la luz del presente no dejaba apreciar. Él abre los ojos de tantos que no ven, hace caminar a los que no lo saben hacer, sólo basta abandonarse en sus manos y ante todo creer.
No todo está perdido, siempre tendremos otra oportunidad, cada nuevo día es una puerta que se nos abre, para mirar al futuro, retomar las riendas del presente y avanzar, hasta la meta cumplir y hacer nuestros sueños realidad.
El amor de Dios es tan grande que todo lo perdona, no deja de confiar en sus criaturas, a nuestro lado siempre está, Él no nos abandona, somos nosotros lo que a veces su mano soltamos; Él está siempre ahí, como Padre amoroso, esperando a que como el hijo pródigo, regresemos al hogar.
OBRAS DE MISERICORDIA
Enseñar al que no sabe.
Dar buen consejo al que lo necesita.
Corregir al que está en error.
Perdonar las injurias.
Consolar al triste.
Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
Rogar a Dios por los vivos y difuntos.
Las CORPORALES son éstas:
Dar de comer al hambriento
Dar de beber al sediento
Vestir al desnudo
Dar albergue al forastero
Dar albergue al forastero
Visitar y cuidar a los enfermos
Visitar a los presos
Enterrar a los muertos
Enterrar a los muertos
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