Al encuentro del Dios de Jesús
Santo Tomás de Aquino:
“Oh Clementísimo,
llámame cuando yo huya,
tráeme cuando me resista,
levántame cuando caiga,
mantenme en pie,
condúceme cuando marche.
No olvides al que te olvida,
no abandones al que te deja,
no me rechaces cuando peque.”