sábado, 25 de febrero de 2012

LOS DEDOS

Una enfermera enseño a un niño a orar con sus dedos.
Enseña a los niños con este buen recurso para Orar y úsalo tu mismo.

Tu dedo pulgar es el dígito más cercano a tu corazón, entonces ora primero por las cosas más cerca de ti. Tu familia, amigos y tus propias necesidades.
El segundo dedo se utiliza para apuntar. Ora por aquellos que te guían a la verdad. Maestros, pastores…
El tercer dedo es el mayor. Ora por aquellos que tienen autoridad, como el gobierno.
El cuarto dedo es el más débil, como todo pianista sabe. Ora por lo que tienen problemas y sufrimientos: los enfermos, lastimados, heridos o los que sufren.
El dedo pequeño es el meñique. Este es para aquellos que a menudo pasan inadvertidos y  sufren abusos de toda clase.
Enseña a los niños con este buen recurso para orar y úsalo tu mismo.

No le digas a Dios...

No le digas a Dios 
que tienes un gran problema, 
dile a tu problema 
que tienes un gran Dios 
y recuerda Él te dice: 
NO TEMAS.

LAS SIETE REGLAS DEL GALLO

Sigue sencillamente las 7 reglas del gallo:
1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea.
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.
3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.
5- El gallo proclama buenas noticias: acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.

"Y todo lo que hagáis, 
hacedlo de corazón, 
como para el Señor 
y no para los hombres."
Colosenses 3:23

ES DIOS

¿Alguna vez sentiste el deseo de hacer una cosa agradable por alguien a quien le tienes cariño?
ES DIOS que te habla através del Espíritu Santo.

¿Alguna vez pensaste en álguien que te es querido y no ves hace mucho tiempo?
ES DIOS, porque la casualidad no existe!

¿Alguna ves recibiste algo maravilloso que no habías pedido?
ES DIOS que conoce bien los secretos de tu corazón!

¿Alguna vez estuviste en una situación realmente oscura y de repente tuviste luz?
ES DIOS que toma nuestros problemas en sus manos.

¿Alguna vez sentiste una inmensa tristeza en el alma y de repente como si un balsamo fuese derramado aparece una paz inexplicable que invade todo tu ser?
ES DIOS que te consuela y te da esperanza.

¿Alguna vez te sentiste tan cansado de la vida, a punto de querer morir... y de repente un día, sientes que tienes la fuerza suficiente para continuar?
ES DIOS que te cobija en sus manos y te da paz y alegría.

 

"Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él". 1 Jn 4, 16
"Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: En que mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de El". Jn. 4, 8-9.

martes, 7 de febrero de 2012

UN HOMBRE SABIO

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó: - Y dónde están los suyos...?

- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
Yo también... concluyó el sabio. 

"La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo,
algunos viven como si fueran a quedarse aquí  eternamente 

y se olvidan de ser felices"

lunes, 6 de febrero de 2012

Un ángel

Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios: "Me dijeron que me vas a enviar a la Tierra, ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?"
Dios le dijo: "Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará"
Y el niño prosiguió: "Pero dime, Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreir, eso basta para ser feliz".
Y Dios le contestó: "Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz".
Niño: "Y ¿cómo entender, Dios, lo que la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?"
Dios le responde: "Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar"
Niño: "Y ¿qué haré, Dios, cuando quiera hablar contigo?"
Dios: "Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará o orar"
Niño: "He oído que en la Tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?"
Dios: "Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida".
Niño: "Pero estaré siempre triste, porque no te veré más"
Dios cariñosamente le dice: "Tu ángel te hablará de mi y te enseñará el camino para que regreses a mi; aunque tú te alejes, yo siempre estaré contigo".
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente. "Dios mío, Dios mío, si me voy al menos dime su nombre, cómo se llama mi ángel".
Dios le contestó: "Su nombre no importa, tu le dirás MAMÁ"
 ¡Gracias, Dios mío, por el ángel que me has dado!

LAS DOS VASIJAS

Cuenta la historia de un aguador de la India que, en los extremos de un palo que colgaba en sus espaldas, llevaba dos vasijas: una era perfecta y la otra estaba agrietada, y perdía agua. Ésta —triste— miraba a la otra tan perfecta, y avergonzada un día dijo al amo que se sentía miserable porque a causa de sus grietas le daba sólo la mitad del agua que podía ganar con su venta. El trajinante le contestó: —Cuando volvamos a casa mira las flores que crecen a lo largo del camino. Y se fijó: eran flores bellísimas, pero viendo que volvía a perder la mitad del agua, repitió: —No sirvo, lo hago todo mal. El cargador le respondió: —¿Te has fijado en que las flores sólo crecen a tu lado del camino? Yo ya conocía tus fisuras y quise sacar a relucir el lado positivo de ellas, sembrando semilla de flores por donde pasas y regándolas puedo recoger estas flores para el altar de la Virgen María. Si no fueses como eres, no habría sido posible crear esta belleza.

Todos, de alguna manera, somos vasijas agrietadas, pero Dios nos conoce y nos da la posibilidad de aprovechar las fisuras-defectos para alguna cosa buena.